Todo lo que necesitas saber sobre el método curly

Los cabellos rizados son únicos, llenos de personalidad y movimiento. Pero la particularidad que tienen es que para mantenerlos se necesitan productos, técnicas y cuidados específicos. 

Es por ello que surge el método curly: una serie de pasos para cuidar este tipo de cabello, consiguiendo unos rizos bonitos y luminosos. 

Método curly: por dónde comenzar

El lavado es el paso inicial, y sin duda uno de los más importantes a la hora de comenzar a devolver a nuestros rizos toda su belleza.

En la rutina de limpieza y cuidado semanal se deben espaciar los lavados y nutrir bien el pelo, utilizando productos específicos sin sulfatos, siliconas, aceites minerales o ceras. La idea general es que cuantos menos productos de lavado se utilicen, mejor. 

Tras el lavado, toca hidratar y nutrir el cabello rizado. Posiblemente sea el paso más importante. Para ello, utilizaremos mascarillas, acondicionadores y cremas.

Los acondicionadores hidratan el cabello en profundidad, y facilitan el momento de desenredar. Las mascarillas, además de hidratar, se han de emplear como tratamiento intensivo una vez por semana. 

También las cremas leave in sin enjuague aportan un extra de hidratación al cabello. Están especialmente indicadas para todo tipo de cabello, tanto de porosidad baja, media o alta. Realiza este paso siempre después de lavar y acondicionar.

Define tus rizos

Para definir el cabello en el Método Curly puedes emplear una gran variedad de productos, como por ejemplo un activador de rizos, espuma o custards.

Una vez que hemos definido el rizo solamente queda romper el cast (la dureza que deja la fijación en el cabello). Sólo debes romperlo cuando te hayas asegurado de que el cabello está seco por completo al 100%. Utiliza tus manos y un sérum capilar reestructurante para evitar que se produzca el temido frizz.

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